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Tu cuerpo es tuyo ― El título de las 31 Jornadas Anuales de la EOL es una invitación a articular lo epistémico, lo clínico y lo político alrededor del impasse actual sobre el cuerpo humano y su tratamiento. El cuerpo que habito podría ser una fórmula de lo contemporáneo que denota una inquietud, “[…] corresponde a un hecho: las palabras y los cuerpos se separan en la disposición actual del Otro de la civilización”1.
Desde esta primera aproximación la frase asumiría el tono del discurso del amo, que en una ideología identitaria, la mayoría de las veces segregadora, “se presenta como la posibilidad de prescindir del inconsciente”2, una especie de conciencia de sí, en detrimento de un cuerpo habitado por el goce de lalengua, siempre Otro para sí mismo. En este sentido, El cuerpo que habito es una declinación posible del “yo soy lo que digo”3, señalado por Miller como nuevo cogito que tapona al sujeto del inconsciente.
Cuando Lacan llama la atención sobre la afirmación de origen sadiano “Tu cuerpo es tuyo”4, lo hace para indicar que esta se vulgariza a principios del siglo XX a partir de que el derecho concibe al cuerpo como una propiedad. Adagio del liberalismo que sostiene sin vergüenza: hay pertenencia.
Conocemos las consecuencias de este axioma contemporáneo. No habrá a partir de aquí patología sino “estilos de vida” libremente escogidos por sujetos de derecho5. Si bien es cierto que el psicoanálisis sostiene la despatologización en favor del síntoma de cada quien, el borramiento de la dimensión clínica propuesto por la época comanda el empuje a tratar el cuerpo del viviente sin pasar por la palabra, radicalmente desconectado del campo del Otro, incluso en detrimento de los derechos que se intentan preservar.
Nuestras próximas jornadas se constituyen como una vía regia para captar la atmósfera de una época que intenta despojar al ser hablante del enlace de su cuerpo y sus goces con la alteridad.

Aun cuando no sabe dónde ― Ahora bien, nuestro tema también nos enfrenta a una dificultad topológica que deberemos abordar. El cuerpo lacaniano, ¿se habita, es habitado o es habitante de otra cosa? En cualquier caso, nunca es home sweet home.
“Tan pronto un hombre llega a alguna parte, a la selva virgen o al desierto, empieza por encerrarse”6. Efectivamente, para Lacan habitar es una costumbre humana, “el hombre habita”7 –nos dice– aun cuando no sabe dónde. Para él el cuerpo humano tiene la peculiaridad de habitar el lenguaje sin embargo ese alojamiento es siempre incómodo, no se está allí nunca enteramente a gusto.
El tema de la habitación es retomado en “El atolondradicho”, donde introduce dos neologismos:
stabitat y d´labiter8, traducidos respectivamente como estábitat y abitarlo. En una nota al pie9 se señala que en ambos casos dichas escrituras contienen la expresión la bite, forma vulgar de referirse al pene en francés, lo que nos daría una pequeña pista a investigar acerca de la función del falo en la forma en la que el ser hablante habita el lenguaje. Allí, el exilio es la figura para referirse a la particular relación que tiene el sujeto humano con la morada.
Incomodidad. Disgusto. Exilio. Nombres posibles de las marcas de lalengua que ponen en cuestión la aspiración contemporánea a la armonía corporal.

El cuerpo, ese extraño ― Desde el primer Freud hasta el ultimísimo Lacan
es posible ir ubicando las diversas formas en las que el cuerpo presentó sus enigmas. El cuerpo recortado por las representaciones y la satisfacción de las pulsiones, la primera unificación del yo
y la imagen corporal por el narcisismo, el cuerpo erógeno y los objetos a, el parasitado, el que se construye por incorporación de lo simbólico, el parlêtre, el cuerpo hablante; son algunas de las respuestas al enigma, nunca del todo resuelto. Resta siempre el misterio: “el punto de real, la unión de la palabra y el cuerpo”10.
Creemos que una serie de conceptos clave de la última enseñanza de Lacan pueden funcionar como mojones para resituar la dimensión clínica perdida e interpretar la época.
En este sentido, será fundamental explorar el término parlêtre como conexión entre el sujeto y el conjunto del cuerpo –conjunto que no es un todo– tomado por las tres dimensiones R, S e I, “como máquina de goce”11.
A su vez, deberemos retomar la idea de que el parlêtre adora su cuerpo porque cree que lo tiene, lo adora porque es su única consistencia –consistencia mental, porque su cuerpo a cada rato “levanta campamento”12. Tener un cuerpo, en el sentido del psicoanálisis, es experimentar el goce que se inscribe en una superficie y que no tiene correlato subjetivo, salvo mediante el escenario fantasmático.
Para el psicoanálisis no hay cuerpo sino equivocado por el decir, respecto del cual se jugarán las respuestas de cada uno, entre consentimiento y rechazo.

Un oscuro problema ― ¿Cómo se juegan las modulaciones del consentimiento y el rechazo en la relación de cada sujeto con su cuerpo, con ese cuerpo Otro que cree habitar?
Conocemos el lugar relevante que adquiere el término consentimiento en la experiencia analítica a partir del sintagma de Lacan: “de nuestra posición de sujetos somos siempre responsables”. Miller lo llama el terrorismo de Lacan, formulado en pleno auge estructuralista13. Se trata de un terrorismo que le devuelve al sujeto su responsabilidad más allá de cualquier determinismo.
Ahora bien, en torno al problema de la libertad, tan en boga en estos tiempos, podemos plantear que en psicoanálisis –y a partir de Lacan– “se pone en juego un existencialismo a la inversa […] que consiste, no en asumir mi libertad sino mi causalidad”14.
Por lo tanto, no se trata del consentimiento común de la conciencia, ni de la afirmación de la identidad a la que empujan las políticas identitarias rígidas que desconocen que la búsqueda frenética del yo=yo tiene su cara mortífera. Si se descarta todo lo que viene del Otro, y lo que viene del Otro es la única sustancia del sujeto, sólo es posible estrechar ese yo=yo en el campo de la muerte15. A diferencia de esto, el consentimiento que nos incumbe es aquel que tiene su lugar en la relación del sujeto con sus marcas significantes y con el goce.
La posición del analista es una posición de acogida, para interrogar los modos en que se presenta el oscuro problema del consentimiento y el rechazo en las distintas manifestaciones y síntomas de la época.

Recordar lo real ― Cuando le preguntan a Lacan si las ideas que recibe de la práctica del psicoanálisis le aportan algo que no puede encontrarse fuera de ella responde afirmativamente, y agrega que justamente por eso se opone a que su nombre sea añadido a “la lista de los filósofos”16. Efectivamente, desde Freud lo que el psicoanalista tiene para decir lo extrae de su práctica y es desde allí que sostiene su enunciación en el debate y en la conversación con otros discursos.
Así como lo específico de su posición en la experiencia analítica es “no dejarse sugestionar”17 por el discurso del analizante, tampoco debe dejarse llevar por “los cantos de sirena” de su época. Al respecto, una idea de Jacques-Alain Miller nos sirve de orientación: “en este paisaje apocalíptico –un apocalipsis cómodo, al menos para algunos–, el papel que el psicoanálisis debe sostener no permite ambigüedad: le toca recordar lo real…”18.
Las 31 Jornadas de la EOL se presentan como una nueva ocasión para investigar y conversar, –esta vez en torno al cuerpo como “lugar de debate”19– sobre el papel del psicoanálisis como partenaire de la civilización.

Notas

1. Laurent, E., “Hablar con el propio síntoma, hablar con el propio cuerpo”, VI ENAPOL Hablar con el cuerpo www.enapol.com

2. Brousse M.-H., “En direct d’Identity Politics”, L’Hebdo blog, n°100, 26 marzo 2017.

3. Miller J.-A., Intervención durante la «Question d’École», École de la Cause freudienne, Paris, 22 de enero 2022, inédito.

4. Lacan, J., Otros escritos, “Alocución sobre las psicosis del niño”, Buenos Aires, Paidós, 2012, p.389.

5. Miller, J.- A., Conferencia pronunciada en el Congreso de la AMP 2022, en París el 3 de abril de 2022, inédita.

6. Lacan, J., El Seminario, Libro 5, Las formaciones del inconsciente, Buenos Aires, Paidós, 2010, p. 181.

7. Lacan, J., Otros escritos, “Televisión”, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 564.

8. Lacan, J., Otros escritos, “El Atolondradicho”, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 479.

9. Ibíd., p. 521.

10. Laurent, E., El reverso de la biopolítica, Buenos Aires, Grama, 2016, p. 12. [El subrayado es nuestro]

11. Ibid. p. 59.

12. Lacan, J., El Seminario, Libro 23, El sinthome, Buenos Aires, Paidós, 2006, p. 63.

13. Miller, J.-A., Causa y consentimiento, Buenos Aires, Paidós, 2019, p. 19.

14. Ibíd., p.38.

15. Ibíd., p.64.

16. Lacan, J., El Seminario, Libro 17, El reverso del psicoanálisis, Buenos Aires, Paidós, 1992, p. 155.

17. Miller, J.-A., Todo el mundo es loco, Buenos Aires, Paidós, p. 12.

18. Miller, J.-A., El Otro que no existe y sus comités de ética. Seminario en colaboración con Eric Laurent, Buenos Aires, Paidós, 2005, p. 15.

19. “La evolución de la psiquiatría hoy”, Gran conversación de la Escuela Una, AMP-WAP, París, 20 de marzo de 2022, p.14.

Ejes temáticos

Cuerpos freudianos – Cuerpos lacanianos

Transformaciones del cuerpo

Ser o tener un cuerpo

Síntoma de otro cuerpo

Presencia y virtualidad

Rechazo del inconsciente, rechazo del cuerpo

Identificación e identidad

Locura y narcisismo

El cuerpo en la experiencia analítica

Ciencia y Cuerpo

Arte y Cuerpo

Religión y Cuerpo

Cartel organizador

Alejandra Loray – Juan Mitre – Luciana Rolando – Eugenia Serrano – Marisa Morao (Más Uno).

Cuerpos del texto – Bibliografía

Cuerpos del texto orientará las referencias bibliográficas que convergen en el tema de nuestras Jornadas: “El cuerpo que habito, entre consentimiento y rechazo”. Se realizarán cuatro entregas que agrupan tres ejes cada una, haciendo de las citas anzuelos de lectura que produzcan escritos, y decanten en una elaboración propia animando el trabajo de Escuela.

réson, el boletín de las Jornadas

Réson es nuestro Boletín para las 31 Jornadas Anuales de la EOL; con una frecuencia quincenal abriremos una vía para que ese eco resuene: un decir que irá trazando una orientación, de aquí hasta la fecha de nuestro encuentro cuerpo a cuerpo.

Hemos recortado tres rúbricas que orientan la escritura: Montajes del cuerpo, Orificios y sonrojos y El analista en cuerpo, Más Uno.

Cada número se conformará así de tres textos breves con los aportes que ustedes, lectores, nos envíen, uno por cada rúbrica que elijan; Más Uno, que en su sustancia no será escritura.

Habitando las Jornadas, Conexiones

Exploramos lo que se hace en la cultura para habitar el cuerpo: el arte, la medicina, el deporte, pero también los emblemas identitarios, los tatuajes, rituales de consumo y aquellos esfuerzos por encontrar la satisfacción que se espera del cuerpo. 

Creamos Recomendaciones de Cuerpo Presente, con distintas propuestas culturares, La Voz del Autor y Comentarios, que recogen lo que otros discursos dicen sobre el cuerpo, y el canal de YouTube, donde podrán encontrar entrevistas y testimonios relevantes.

Redes Extensas – Podcast

Las 31J llegan a nuestros oídos en formato Redes Extensas – Podcast: en 5 episodios, diferentes psicoanalistas nos dirán sobre los efectos y resonancias que el argumento les produjo desde una elaboración provocada a partir de la conversación de Escuela, que ya está abierta. Y Un-plus: con invitados que provienen de otras disciplinas, indagaremos en qué consiste el cuerpo desde sus perspectivas y nos dejaremos orientar por la consistencia que tiene el mismo en su quehacer.

La propuesta de Jacques-Alain Miller ha sido siempre la de colocar en el lugar del dogma a la orientación. Así aborda la enseñanza de Lacan dejando claro que otro tipo de aproximación hubiera sido imposible para él.

Con este horizonte, reuniremos aquí textos que esperamos no sean leídos dogmáticamente. La invitación es que sus lectores hagan de ellos camino, ruta, dirección, movimiento sobre el tema que nos convoca en estas 31 Jornadas Anuales de la Escuela. Encontrarán algunos escritos seleccionados especialmente por el Cartel y todo el material que se produzca durante las noches preparatorias.